A la luz de los ataques caníbales recientes, una experta dice que el canibalismo puede ser adictivo. La Dra. Karen Hylen compara el acto de canibalismo con la euforia que se alcanza usando drogas o cualquier otra acción adictiva.
«Las personas que han participado en este acto reportan sentimientos de euforia o conseguir un «subidón» mediante la realización de la acción hasta el final… al igual que un adicto a la cocaína se convierte en adicto en el proceso de cortar líneas antes de ingerir la droga en sí», dijo el Hylen.
En las últimas dos semanas, el mundo ha aprendido sobre la antropofagia desde el ataque de Rudy Eugene a un mendigo en Florida, que se cree fue generado por la droga conocida como «sales de baño». El atacante fue muerto a tiros antes de que dejara de comer la cara de su víctima. Y en un incidente separado, otro hombre, Luka Magnotta, está acusado de matar, descuartizar y comer partes de su víctima.
Estos ataques llevaron a la CDC a emitir un comunicado diciendo que los ataques de zombis no eran reales. Pero eso no ha impedido la publicidad que rodea a los crímenes raros y brutales.
Según Hylen, «se necesita una total falta de empatía y de capacidad de experimentar emociones humanas normales para llegar al canibalismo. Por lo general, menos del uno por ciento de la población se clasifica como un psicópata, aunque más pueden poseer las tendencias asociadas con el trastorno psicopático.»
Eso significa que cuando el público se entera de los ataques caníbales, tiende a haber una fascinación morbosa. ¿Cómo es esto posible, y que llevaría a alguien a cometer un acto tan atroz?
Las personas, explica Heylen, «tienen tendencias psicópatas, aunque generalmente no son psicóticas. Saben exactamente lo que están haciendo.»
Uno de los más famosos casos de canibalismo es el de Jeffrey Dahmer, que asesinó y desmembró a 17 hombres y niños pequeños antes de comer su cuerpo. Según los informes, pensó que podía convertir a sus víctimas en zombis mediante el uso de ácido clorhídrico inyectado en el cerebro.
No se sabe exactamente por qué Dahmer cometió tales actos, pero Hylen declaró que durante los ataques, «el centro de placer del cerebro libera cantidades activadas y grandes de dopamina, algo similar a lo que ocurre cuando se ingiere una droga como la cocaína».
«Hasta la fecha, no existe una cura o un tratamiento eficaz para estas personas», señaló Hylen, «como no hay medicamento o psicoterapia que pueda inculcar la empatía en alguien.»
Fuente: http://espanol.christianpost.com