El fenómeno no es nuevo: ya desde los años sesenta crece en la Argentina la matrícula en las escuelas privadas. Aunque nunca lo había hecho a las tasas de esta última década, en la que –por primera vez en la historia– se produjo una caída en la cantidad neta de alumnos en las escuelas estatales. Es común escuchar que “esto se debe a los paros docentes”, porque «el conflicto espanta a los padres de las escuelas públicas». Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores de tres universidades, muestra que –a contramano de lo que piensa mucha gente– no hay una relación directa entre paros docentes y lo que se conoce como “privatización de la educación”.
Para llegar a esta conclusión, Mariano Narodowski (Di Tella), Mauro Moschetti (San Andrés) y Silvina Alegre (Universidad Nacional Arturo Jauretche) analizaron la cantidad de jornadas no trabajadas entre 2006 y 2012(datos del Ministerio de Trabajo), y las cruzaron con el aumento o disminución de la matrícula privada en cada provincia en ese período. No encontraron ninguna relación entre las dos variables. De hecho, provincias con alta conflictividad tuvieron baja matriculación privada, mientras que en otras jurisdicciones con poca cantidad de paros docentes creció la privatización. En el medio, todas las combinaciones posibles.
Las provincias argentinas tienen diferentes territorios, así como diversa cantidad de alumnos, docentes y escuelas. Si se considerase sólo la cantidad de horas de paro docente o solamente la cantidad de escuelas que paran, no se podría comparar en igualdad de condiciones provincias como la de Buenos Aires con Tucumán o Formosa, por ejemplo.
Por eso, para ajustar estadísticamente el impacto de la huelga, los investigadores elaboraron un índice, al que llamaron Indice de Conflictividad Docente (ICD), que toma como datos las jornadas no trabajadas, la cantidad de docentes y el número de alumnos. En rigor, es el cociente entre la cantidad de horas no trabajadas en la provincia (multiplicando la cantidad de docentes por horas no trabajadas) sobre la cantidad de alumnos.
En el período estudiado (2006 a 2012) algunas provincias, comoNeuquén, Santa Cruz, Entre Ríos y Tierra del Fuego, registraroníndices ICD muy altos mientras que en otras jurisdicciones, comoSantiago del Estero, Tucumán y La Pampa, cifras muy bajas. Pero la sorpresa llegó cuando se cruzaron estos índices con la matriculación en escuelas privadas en cada una de esas provincias y no se encontró ningún tipo de correlación.
“Nuestra interpretación es que la gente da por hecho que la escuela pública tiene paros, y por eso no importa lo que pase ni lo que hagan los gobiernos. Mientras la ‘marca’ escuela pública mantenga una imagen institucional negativa, la educación privada va a seguir creciendo”, explica Mariano Narodowski a Clarín Educación.
Otro dato que llama la atención del estudio es la enorme incidencia que tienen las huelgas docentes con respecto a las huelgas en otras actividades. Si se considera las jornadas individuales no trabajadas a causa de medidas de fuerza, el sector de la enseñanza (docentes estatales y privados más no docentes) se lleva el 51,2 por ciento del total de las actividades laborales.
Esto se explica, en parte, por la cantidad de docentes que hay en el país. Pero aún así, el índice sigue siendo muy elevado. Los investigadores concluyeron que las huelgas en la Argentina están“mayoritariamente acotadas” al sector educativo y “prácticamente hegemonizadas” por el personal docente de las escuelas públicas: el34,2 por ciento de las jornadas individuales no trabajadas corresponden a los docentes estatales y sólo el 3,4 a los del sector privado.
“Los argentinos nos tenemos que dar una fuerte discusión acerca de sirealmente queremos defender la educación pública. En los últimos diez años se perdieron 210.000 alumnos de las escuelas públicas, 25.000 por año. Como argentinos tenemos que decidir si efectivamente esto nos importa o no”, concluye Narodowski.
Fuente: http://www.clarin.com/