Esta pequeña hembra de más de tres metros de longitud ha viajado a Japón para ser expuesta ante el público hasta septiembre.
En un principio se pensó que Yuka tenía tres años al morir y que sus restos databan de hace 10.000 años. Corregidos los tiempos con nuevos estudios, se pudo establecer, además, que Yuka murió tras ser perseguida por leones y romperse una pata trasera.
Inmovilizada, fue atacada por humanos primitivos que le sacaron la carne y buena parte de su esqueleto. Los científicos consideran que fueron los mismos cazadores quienes enterraron los restos para usarlos más tarde, lo que explicaría su excelente estado de conservación
Yuka conserva parte del pelaje pelirrojo que la protegía del frío, la trompa casi enteray la superficie rugosa de las patas.
Meses atrás, una expedición científica rusa encontró sangre líquida en un resto localizado a 100 metros de profundidad en el hielo ruso. El hallazgo alimentó nuevamente la posibilidad de clonar algún ejemplar, un intento que hasta ahora no ha tenido éxito. En abril pasado, en tanto, se encontraron restos en México.
Los mamut vivieron desde hace aproximadamente 4,8 millones de años hasta finales de la última glaciación. Sin embargo, una pequeña población sobrevivió en la isla de Saint Paul (Alaska) hasta el año 6.000 a.C. Los mamuts enanos de la isla de Wrangel, en Siberia, no se extinguieron hasta el 1650 a.C.
Sobre su desaparición, los científicos la atribuyen a una mezcla de cambios climáticos y exceso de depredación humana.