Las imágenes de Breeze cobijado por un enorme oso de peluche y durmiendo plácidamente sobre sus brazos causaron revuelo en internet en los últimos días y conmueven a muchos, que no dudaron en reproducir la historia de este potrillo huérfanopor las redes sociales.
El pequeño animal fue abandonado por su madre a sólo horas de haber nacido y encontró consuelo en ese peluche que adoptó como propio, y como madre sustituta.
Según publica el diario inglés Daily Mail, un campesino encontró al potrillo vagando por las colinas de Dartmoor, en Inglaterra, en un estado desesperante.
Cuando finalmente pudo ser rescatado por un grupo de expertos en caballos, Breeze ya se había desplomado, estaba en shock y deshidratado. Los especialistas se encargaron de curarlo pero se dieron cuenta de que estaba deprimido porque le faltaba su madre a la hora de dormir, ya que no tenía dónde acurrucarse, una práctica «muy común» en los potrillos, según remarcaron.
Por ese motivo, resolvieron ponerle un oso de peluche gigante, que el animal adoptó como propio y pasó a sentirse, según explicaron los expertos a ese matutino, “mucho mejor”.
Syra Bowden, uno de los encargados en curar al potrillo, explicó que este tipo de animales “son como bebés humanos y necesitan de ese confort que le terminó brindando el oso de peluche”.
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