Los creadores de Angry Birds, la compañía finlandesa Rovio, buscaban ya desde 2011 la forma de adaptar su producto al cine, para lo que contrataron a David Maisel, ex presidente de los estudios Marvel y responsable de lanzar títulos como Iron Man.
Maisel producirá la película junto con John Cohen (Despicable Me) con el sello Rovio Entertainment, y Sony distribuirá el título internacionalmente después de alzarse con el contrato en una puja con otras compañías del sector interesadas en rentabilizar el éxito del videojuego.
Las diferentes versiones de Angry Birds acumulan más de 1.700 millones de descargas desde que se comercializó por primera vez en 2009.
«Todos los estudios de la ciudad estarían encantados de añadir Angry Birds a su lista. Hay pocos títulos ahí fuera que traigan este tipo de entusiasmo, conocimiento de marca y audiencia», aseguraron el presidente y la copresidente de Sony Pictures, Michael Lynton y Amy Pascal.
El juego consiste en lanzar una serie de aves contra unas estructuras en las que se refugian un grupo de cerdos que les han robado los huevos.