En los últimos 12 años, desde la salida de la convertibilidad y el inicio de un período de alta inflación en la Argentina, el bolsillo del consumidor sufrió no sólo a la hora de ir al supermercado y comprar lo básico para su subsistencia, sino también a la hora de distenderse y disfrutar de aquellas actividades que lo entretienen y lo hacen feliz.
Por ejemplo, en 2001 el CD de un artista nacional o internacional podía costar unos $22, mientras que hoy el valor de un disco ronda los $70. Lo mismo pasa a la hora de ir al cine, segmento en el que las entradas aumentan entre 10 y 20 por ciento por año.
Los recitales, ya sean de artistas nacionales o internacionales, no han quedado exentos de los aumentos como consecuencia de la inflación.
En Mendoza, por ejemplo, se puede ver esto claramente si se compara que en 2010 las entradas más baratas para ver al legendario grupo Yes costaron $90, mientras que para el show que ofreció Carl Palmer el mes pasado partían de $160.
En el caso de las visitas internacionales que aterrizan en las grandes metrópolis, como Buenos Aires, La Plata o Santiago de Chile, los precios también fueron en aumento.
El caso de Iron Maiden se hizo famoso en los últimos días luego de que los fans se percataran –indignados– de que ver a ese grupo de rock pasó de costar $25, en el 2001, a $380 en su próxima visita, que será el 27 de setiembre en el Estadio River Plate. En los últimos años la polémica por los precios de los tickets ha ido en aumento, sobre todo, porque gracias a las redes sociales los fans pueden manifestar libremente su molestia.
En 2012, por ejemplo, el Quilmes Rock (que se realizó en River) fue blanco de fuertes críticas en Twitter y Facebook debido a que las entradas para el campo costaban $510.
Meses después, pasó lo mismo con Linkin Park, banda que volvió al país para promover su placa Living Things editada en 2012. El grupo de California ofreció un show en GEBA y hubo sólo dos precios disponibles para el público: $405 (campo) y $690 (tribuna sin numerar).
“Los precios me parecen una locura. No creo que llenen Geba y menos con esos precios”, manifestó un fan bajo el user kira_kenshijah en un foro de Taringa, cuando se conocieron los valores para ese concierto. “¡Qué locura los precios! Que baje un cambio Ticketek”, agregó Deahna, en la misma web, refiriéndose a la empresa que comercializa entradas por internet.
Sin embargo, a pesar de los exorbitantes precios, el fervor por ver shows de calidad y renombre hace que los tickets se vendan y hasta que se agoten varias semanas antes del día del recital, dejando entrever que los fans pagan –aunque sea caro– por ver a sus ídolos.
Lo que sale viajar a ver un recital
Para los mendocinos ir a ver al artista de nuestros sueños implica viajar a Buenos Aires, Santiago de Chile o, más recientemente, Córdoba. Muchos, incluso, han elegido Córdoba en el último tiempo como forma de evitar el caos y la inseguridad de la capital argentina. A esa ciudad han llegado artistas como Robert Plant, Madonna y Roxette.
No obstante, no todos los artistas de renombre pisan suelo cordobés. Sí, en cambio, Santiago de Chile o Buenos Aires. La pregunta es entonces: ¿existe una diferencia económica entre ir a ver un show a Buenos Aires o a Chile? La respuesta depende de una multiplicidad de factores, que vale la pena poner sobre la mesa.
Pet Shop Boys, por ejemplo, tocará el 13 de este mes en el Movistar Arena, de Santiago. Ir a ver ese show a Chile puede costar $900. A ese valor se llega si se compra la entrada más barata ($318 más el 20 por ciento por comprarla con tarjeta de crédito en el exterior), se viaja en micro ($406) y se elige un hostel como lugar para hospedarse por una noche ($120).
Si se opta por ver el show de la dupla inglesa en Buenos Aires, que será el 16 de este en el Luna Park, se pueden gastar unos $1.293. El costo responde a comprar la entrada más barata ($333), viajar en micro ($860) y hospedarse en un hostel por una noche ($100).
Si el viaje se organiza de la manera planteada, entonces conviene más viajar a Chile a ver un show, aún con el 20 por ciento de impuesto a las compras en el extranjero que impone el Gobierno argentino.
El valor total, sin embargo, puede variar mucho si se elige viajar en auto hasta el destino elegido, o en avión.
Según las proyecciones inflacionarias y la constante fluctuación del dólar –tanto oficial como paralelo–, el creciente valor de los tickets no verá un freno en 2013.
Se puede esperar que mientras más grande sea el show o el artista más cara será la entrada.
Lo que se viene: Black Sabbath, Blur y más
Los amantes del rock pesado están de festejo luego de que se confirmara la llegada de Black Sabbath junto con Megadeth, el 6 de octubre, al Estadio de La Plata; y una nueva visita de Iron Maiden, que esta vez viene con Slayer, el 27 de setiembre, a River Plate. Sin embargo, por cómo se viene perfilando el 2013, esas dos no serán las únicas visitas internacionales que arribarán al país en la segunda mitad del año.
Otros dos nombres que están sonando fuerte son Bon Jovi, que tocaría en La Plata, y Bruce Springsteen, que lo haría en GEBA. Ambos artistas están de gira en este momento y estarían cerrando los contratos para su arribo en Sudamérica. La última vez que vino la agrupación liderada por Jon Bon Jovi fue a fines de 2010.
La visita de los estadounidenses llega gracias a que tocan en el festival Rock in Río, que este año se hace entre el 13 y el 22 setiembre, en Brasil. Por este motivo, los fans de Metallica, Muse, Beyonce, Justin Timberlake y Florence and The Machine no deberían perder las esperanzas de que sus artistas favoritos también desembarquen en la capital argentina, dado que también forman parte de esa impresionante grilla.
Los ingleses de Blur son otros posibles visitantes. Hasta ahora, los rumores indican que tocarían el 2 de noviembre en algún estadio de Buenos Aires. De ser así, sería el primer show en 14 años que ofrecen en esta tierra. La última vez fue en 1999 cuando llenaron dos Luna Park.
Un viaje musical
En Buenos Aires y en Santiago de Chile. Pet Shop Boys se presenta el 16 de este mes en el Estadio Luna Park, mientras que Iron Maiden, que esta vez viene con Slayer y lo hará el 27 de setiembre en el Estadio River Plate.
En Argentina las entradas para ver al dúo electro pop van de $300 a $450, mientras que en Chile van de $318 a $828. Para Iron Maiden, en cambio, en Buenos Aires van de $280 a $670, y en Chile, de $254 a $1145. A las entradas chilenas hay que sumarles un 20 por ciento en el caso de abonarlas con plástico.
Fuente: Diario Uno