A continuación le ofrecemos una guía de los rasgos más importantes que deben ser observados. La idea es que usted use esta información para ayudar a prevenir y atender los aspectos sobre los que haya que actuar en cada caso.
¿Qué mano se ha de mirar? Es conveniente sacar conclusiones analizando ambas. Tradicionalmente, se dice que, en las personas diestras, la mano derecha revela el presente, lo manifiesto; y la izquierda, el pasado, lo latente. Para una persona zurda, es a la inversa.
Existen varios aspectos para observar: el color y la temperatura de la mano, las líneas y las uñas son, entre otros, los rasgos más importantes que revelan nuestro estado de salud. Vayamos por partes, tómese su tiempo y analice bien cada rasgo.
La temperatura y el tacto
Ásperas, secas, frías: Una mano que posea estas características es indicio de hipotiroidismo y de colesterol elevado.
Pálidas: las manos pálidas, típicas del depresivo crónico y del anémico, son generalmente frías al tacto. También suelen tener color azulado, las de quienes padecen afecciones pulmonares y circulatorias; mientras que los aquejados de presión sanguínea alta, diabetes o artritis suelen tenerlas calientes y de color rojizo fuerte.
Cálidas y húmedas: las manos cálidas, húmedas, con un ligero temblor y ensanchamiento ocasional de los dedos sugieren la posibilidad de una glándula tiroides hiperactiva que resulta en insuficiencia del corazón.
El color
– Rosa fuerte: persona afectiva, alegre y optimista, que, además, goza de buena circulación y salud general.
– Rojo encarnado: buena salud, fortaleza, pasión, agresividad. Si es muy oscuro, brutalidad y problemas circulatorios.
– Azulado: problemas cardíacos o circulatorios, agresividad exagerada.
– Amarillo pálido: problemas biliares o hepáticos, o bien, deficiencia de nutrientes. Melancolía y humor variable.
– Pálido blancuzco: frialdad, energía deficiente, dominio del intelecto sobre las emociones, espiritualidad, pasividad y, también, egoísmo.
Las líneas más importantes
La línea de la vida: Mucha gente piensa que indica cuantos años vivirán, pero revela, más bien, la fuerza vital en general, la capacidad de superar enfermedades y golpes del destino. En el aspecto predictivo, tiene relación con la casa y la familia. Cuanto más larga e intenso el trazo, más fuerte será la persona y su salud.
En general, una buena línea, larga, sin cortes, y con un trazo bien curvado y continuo indica una personalidad positiva con buenas defensas físicas. Si es débil y corta, habla de una constitución débil y predisposición a enfermedades. La persona deberá prevenirlas manteniendo altas sus defensas psico-físicas. Esto puede ser compensado con un buen color de la mano y una buena Línea de la Cabeza y del Corazón.
La línea del Corazón: Hace referencia al corazón, tanto en el aspecto emocional como en el físico, incluyendo la salud del sistema circulatorio. Cuanto más corta sea la línea, más problemas para exteriorizar sentimientos y más introversión; lo que afecta, también, a la salud cardiaca. Al contrario, si es larga y bien formada, indica buenos sentimientos, generosidad y equilibrio afectivo.
Si se une al inicio con la Línea de la Cabeza y la de la Vida, nos habla de una persona poco razonable, con tendencia a padecer enfermedades circulatorias. Si se acerca a la Línea de la Cabeza: personalidad tímida, inseguridad, indecisión, deficiencias en el sistema respiratorio.
Las uñas
Consistencia: el reflejo de un buen equilibrio físico se advierte en una uña sólida y elástica, con brillo natural y tonalidad rosácea, textura lisa, lúnulas blancas, visibles y bien dibujadas.
Tamaño: las grandes reflejan energía física, facilidad para recuperarse, sinceridad, amplitud mental, juicio claro. Las pequeñas: nerviosismo, metabolismo rápido, curiosidad, intuición, rapidez mental.
Problemas de salud: Las enfermedades se manifiestan de forma muy diversa en la uña. Como signos positivos y negativos más evidentes y fáciles de localizar, podemos señalar los siguientes.
Uñas rosadas: de un rosado fuerte o claro, buena salud general, afectividad, generosidad, equilibrio general, buena circulación y oxigenación sanguínea.
Uñas blancas: linfatismo y pobreza en glóbulos rojos (anemia).
Manchas blancas: nerviosismo agudo, cansancio, deficiente absorción de minerales (calcio, fósforo, zinc), así como eliminación de impurezas y ácido úrico.
Uñas rojas: si la uña es de color muy rojizo puede haber alteraciones coronarias, plétora de sangre, congestión activa.
Uñas azules: mala circulación sanguínea.
En forma de garra: predisposición al asma bronquial.
Uñas blandas: debilidad de los huesos y poca vitalidad; son síntoma de trastornos endocrinos, debilidad general y alimentación incorrecta.
Si se abren en capas: problemas de calcificación, hipotiroidismo o nerviosismo, sea por estrés o mala alimentación.
Con estrías verticales: problemas de atonía intestinal y, si además presenta espesamientos a trechos, hay también impurezas en la sangre. Si son hereditarias: tendencia reumática en la familia.
Uñas mordidas: frecuentes en los niños hasta la pubertad, la presencia de este hábito en los adultos indica neurosis y nerviosismo generalizado. Fuente