Cuando la madre del bebé chimpancé murió luego de darlo a luz tras años de cautiverio en un zoológico de Rusia, uno de los cuidadores, conmovido por la realidad del monito, decidió llevárselo a su casa para cuidarlo.
Lo que nunca se le había pasado por la cabeza fue la idea de que su perra, que recién había dado a luz, fuera capaz de adoptarlo.
Pero lo hizo y lo llevó con sus crías, junto a quienes ahora vive como uno más. Otra vez, los animales dándonos ejemplo de amor y solidaridad.
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