«Dónde estarás, dónde, alma mía, que, yo sin tí, me perderé. Dónde estarás, dónde, alma bella, estrella gemela…». La conocida canción relata lo que muchos quizás buscan en su vida y es a su otra mitad, o a esa alma gemela, a la que reconoceremos en forma inmediata y nos hará feliz para siempre.
Pero, ¿qué tan cierta es esta teoría de que todos tenemos una estrella gemela?
Se dice que las almas gemelas eran dos almas tan iguales que, cuando encarnan en el plano físico, siempre son de distinto sexo para poder ejercer una atracción recíproca. De esa manera nos enseñan a necesitar, a ser dependientes de un amor personal.
Según publica el sitio Entremujeres.com, al mostrarnos la teoría de esa manera, siempre se no indicaba todo lo opuesto del genuino camino espiritual, el que explica que el verdadero amor no necesita de un otro, porque es Amor de Servicio.
Ese es el Amor impersonal. Porque el amor personal que damos y recibimos a diario se alimenta de emociones negativas difíciles de controlar, de dudas, de celos, de diversos roles de control entre uno y otro, protagonistas de ese sentimiento.
Por el contrario, el Amor Impersonal no intenta manipular ni busca dominar a la persona a la que va dirigido ese afecto, sino que trata de serle útil… Porque no importa uno, sino el otro.
Las verdaderas almas gemelas
Pero para brindar ese amor tan excelso, tan elevado, no es necesario buscar la excusa de que somos la mitad de un todo y la otra mitad es aquel ser a quien tenemos que amar. La respuesta es más sencilla y menos egoísta. Porque, en realidad, las almas gemelas no son dos partes de un mismo espíritu. Tampoco son, necesariamente, espíritus de distinto sexo, pues los espíritus no tienen sexo.
La teoría espiritual explica que las almas vibran en forma sutil o en forma densa, de acuerdo a su altruismo o egoísmo. Cada vibración es distinta a la otra, pero hay espíritus que tienen vibraciones afines. Son espíritus cuya vibración está en resonancia. Si dichos espíritus fueran sonido, se podría decir que son ondas acústicas de la misma frecuencia y amplitud. Esas son las almas gemelas.
La definición correcta es que las almas gemelas son espíritus que vibran en un acorde determinado, producido en repercusión con otro espíritu.
Hay otra creencia errónea que sostiene que las almas gemelas son siempre dos. Esto no tiene que ser necesariamente así, ya que puede haber muchos espíritus que vibren en una misma frecuencia. Creer que solamente dos son las almas que pueden estar en resonancia entre sí, es limitar la afinidad de los espíritus.
De todos modos, es importante destacar que en los Espíritus de Luz la afinidad es matizada por un amor impersonal y no por un sentido de posesión. Pero las almas gemelas no necesariamente están en un plano de Luz. Hay espíritus regidos por la crueldad que se encuentran en los planos más densos y también son afines entre ellos. No se reconocen entre sí, pero se comportan de la misma manera. Poseen la misma mezquindad, tienen similar egoísmo y, en algunos casos, hasta su carácter es parecido. Pero, a diferencia de los espíritus de Luz, estas almas aún siendo compatibles, pueden llevarse mal entre ellas. Eso demuestra que no siempre las almas gemelas se aman entre sí…
Con respecto a las afinidades, las almas gemelas solo tienen afinidad verdadera en los planos de Luz, porque en los planos inferiores, su resonancia no es garantía de compatibilidad.
Lo satisfactorio es que todos tenemos más de un alma gemela a la nuestra. Si vibramos en Amor, podremos percibir esas almas y, a la vez, seremos percibidos.
Lo importante es dejar que el corazón hable, no que la mente nos maneje siguiendo condiciones que nos han impuesto. Cuando llegue esa persona que te corresponde, tu corazón te lo va a decir y tu piel te hablará… Él sabe y lo real es que nosotros lo sentimos así, no hay que conformarse con estar al lado de una persona que no hace resonancia con nosotros sólo por no estar solos, eso es faltarle a esa persona en el amor y faltarnos el respeto a nosotros mismos.
Fuente: http://revistamujeres.cl/