¿Sabías que tus labios son susceptibles a las condiciones del medio ambiente? El viento frío, el clima seco y los rayos del sol les hacen daño. ¿Cuáles son los efectos? Aparecen grietas y un aspecto de resequedad.
Cuando sentimos los labios secos, lo que hacemos casi inconscientemente es humedecerlos con saliva. ¿Sabías que eso solo lo empeora? Cuando esta se seca, desaparece también la poca hidratación que nuestros labios tenían, quedando más secos que antes.
Tener una dieta con deficiencia nutricional del complejo vitamínico B y el hierro, pueden originar la descamación de los labios.
La manteca de Karité y extracto de algas le devuelven confort y elasticidad a los labios; y los protegen de las agresiones externas.
Cómo cuidarlos
La piel de los labios es muy fina y delicada, por eso es necesario tener un cuidado especial y tratar de protegerla adecuadamente frente a factores externos. Al contrario de lo que pueda parecer, para cuidar tus labios en invierno no sólo es importante protegerlos por fuera, sino también hidratarlos y cuidarlos desde dentro.
– Hidratación exterior. Usá algún tipo de bálsamo o similar. Optá por uno que sea efectivo y adecuado para tu piel, y que además tenga factor de protección solar, ya que te evitará las lesiones provocadas por la exposición al sol.
– Protectores. Podemos acudir a cremas o a las prácticas barras labiales, privilegiando aquellas que sean hipoalergénicas y posean filtros solares con FPS alto que proteja de las radiaciones UV-B y UV-A. Es importante que contenga además del FPS, ceramidas para dar emoliencia, estimular la renovación celular y no alterar su función de barrera.
Para un uso efectivo de estos productos, hay que tener en cuenta que deben colocarse 30 minutos antes de salir al sol (especialmente si vamos a estar al aire libre) y reaplicarlo tantas veces como sea necesario.
– Cómo evitar arrugas. Deben evitarse todos los mecanismos que provoquen la contracción reiterada, tales como fumar, tomar mate, usar sorbetes, etc., ya que eso marcará mucho más las arrugas en forma prematura.
– No humedecer los labios. Pasar la lengua para humedecer nuestros labios agrietados no sólo no sirve de nada, sino que empeora la situación, ya que que favorece que se vuelvan a resecar. Usá tu barra de labios protectora con frecuencia.
– Exfoliación. Podemos ayudar a su protección eliminando las células muertas y renovando y protegiendo el tejido nuevo. Pueden hacerse pulidos suaves una vez por semana, para arrastrar las células muertas.
– Hidratación interior. Es importante beber abundante agua, aunque en esta época del año quizás no tengas tanta sed como en verano. Esto ayudará a proteger los labios.
– Aplicar los productos en forma suave. La aplicación de productos específicos para esta zona debe realizarse suavemente sin frotar, para estimular el aumento de la irrigación sanguínea.
Fuente: http://www.revistaohlala.com/