Es «muy normal» que los cardenales todavía no hayan elegido al nuevo Papa en tres rondas de votación, explicó el jefe de prensa de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, luego de que el humo negro volviera asomar por la chimenea en San Pedro, más temprano esta mañana.
«Es más o menos lo que esperábamos», indicó Lombardi en rueda de prensa. El sacerdote insistió en que el hecho de que ningún cardenal haya sumado una mayoría de dos tercios no es «una señal particular de divisiones entre el Colegio» Cardenalicio.
En su habitual encuentro con los periodistas, Lombardi, único interlocutor con el mundo exterior puesto que los cardenales electores tienen absolutamente prohibido romper el aislamiento en el que se conduce la votación, explicó que que en el siglo pasado solamente el papa Pío XII fue electo luego de tres votaciones.
Los cardenales fueron esta mañana «de buen humor y bien de salud al Palacio Apostólico. Algunos fueron a pie», contó Lombardi.
Los cardenales reunidos en el Cónclave para elegir al Papa que sucederá a Benedicto XVI no llegaron a un acuerdo en la nueva votación de hoy, la primera de la mañana, y por la chimenea de la Capilla Sixtina salió la fumata negra que indicaba que no habían conseguido los dos tercios de los votos necesarios para que uno de los purpurados se convierta en el máximo dirigente de la iglesia católica.
La primera fumata negra pudo verse ayer, cuando ninguno de los candidatos logró el mínimo de 77 votos para ser elegido como nuevo Papa. Se esperaba que el humo que saliera de la chimenea del Vaticano fuera negro, ya que prácticamente nunca hay fumata blanca en la primera votación, que es una especie de primaria que permite evaluar con cuanto consenso arrancan en el Cónclave los purpurados favoritos.
Algunas versiones señalan que en los últimos dos días se ha reforzado la posición del arzobispo de Milán y ex patriarca de Venecia, cardenal Angelo Scola, 71, que siempre ha estado adelante en los vaticinios. Scola contaría con un paquete de más de 40 votos, una cifra consistente pero lejana de los dos tercios necesarios. Otro de los favoritos sería el arzobispo de San Pablo, Odilo Scherer, de 63 años, que contaría con un paquete superior a los 30 votos.
Es probable que en la primera votación también hayan recibido apoyo el canadiense Marc Ouellet, 68 años, un importante cardenal «ministro» en la Curia Romana, y el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, 63 años. Enérgico, pastoral, alegre, Dolan cuenta con el apoyo de sus cardenales nacionales, pero también de una parte de los italianos y de un grupo de europeos.
Los cardenales electores salieron hoy a las 7.45 hora local de la residencia de Santa Marta para dirigirse a la Capilla Paulina, que se encuentra a casi un kilómetro de distancia. Allí concelebraron misa antes de entrar en la Sixtina, a pocos metros de distancia.
Mientras, la Plaza San Pedro ha amanecido con numerosos fieles que desafiando el mal tiempo reinante en Roma esperan resultados. Se puede ver a cientos de personas que con paraguas aguardan las novedades. Todos quieren ser protagonistas y presenciar el momento en el que el humo blanco salga por la chimenea y haya nuevo Papa.
La fumata puede verse en dos grandes pantallas situadas en los laterales de la Plaza de San Pedro que mantienen la imagen fija del techo de la Capilla Sixtina, con los dos metros de chimenea.
Fuente: http://www.clarin.com