La vieja idea del pan-carne-pan vuelve por sus laureles y se convierte en la vedette de la gastronomía moderna. Es cierto que la hamburguesa siempre estuvo dando vueltas, pero nunca como ahora. No sólo aparece en las cadenas de fast food más conocidas, sino que atravesó las fronteras del lugar común y pasó a ser invitada en todo tipo de restaurantes, desde hoteles cinco estrellas a fondas de barrio, de restaurantes trendy de Palermo a bares de alta coctelería. Así, escapó al estereotipo de sándwich para adolescentes. Y antes de que muchos salten a defenderlas: no decimos que lo que hace McDonald’s o Burger King sea feo. Sólo resaltamos que hay un mundo más allá, el de la verdadera hamburguesa casera, donde el sabor de la carne es reconocible.
Esto es lo novedoso: patys de calidad, de tres centímetros de alto, con verduras frescas e ingredientes que van desde unos portobellos grillados a un chutney de cebolla. Es el upgrade de la vieja y conocida hamburguesa. Recorrimos la ciudad, probamos desde las más conocidas hasta las más novedosas. Y nos quedamos con esta selección.
Mad
Un bar que logró plasmar la pasión actual por las hamburguesas. El espacio es modernito y ecléctico, con una Harley Davidson en la vidriera que se roba todas las miradas. La barra es uno de sus puntos fuertes, atendida por Héctor Videla, con una carta asesorada por Sebastián García (actual head bartender de Frank’s). Pero sin dudas, lo principal es el capítulo «Burgers», con seis opciones entre 55 y 80 pesos, según la materia prima elegida. La más económica es la Veggie con tapenade de olivas negras y bocconcinos de mozzarella y la más cara es la de salmón con guacamole, philadelphia y rúcula. En el medio, cordero con brie, pollo frito, carne con mayonesa de chimichurri y la Mad, que mezcla roast beef con bondiola. Todas vienen con guarnición de aros de cebolla, ensalada, papas o batatas fritas a elección. Para una primera vez, lo mejor es ir por la degustación de cuatro mini burgers distintas, a 75 pesos.
(Av. Del Libertador 6002, Belgrano / T. 4783-9035)
Trixie
Paradigma del diner norteamericano, un estilo de restaurante que abunda en Estados Unidos como una postal de los años 50. Colores cromados, taburetes altos, rock & roll clásico y la voz de Sinatra en los parlantes. Hasta ahora, Trixie tenía su única casa en Costa Salguero (Costanera Norte), pero con la apertura de una sucursal en Palermo se abrió al resto de los porteños. La carta tiene lo que debe tener: toques tex mex con las quesadillas, hipercalórica torre de pancakes con miel y, claro, hamburguesas. Todo muy bien hecho. La Super Trixie ($55) tiene un tamaño medio y lleva salsa barbecue, jamón, queso, panceta, huevo frito y viene acompañada por papas fritas correctas y aros de cebolla que mejoran con un buen dash de salsa Tabasco original. Sin dudas, una de las grandes relaciones precio calidad en hamburguesas porteñas.
(Gorriti 5567, Palermo / T. 4774-4775)
Full City House
La parte anglosajona, típica de toda hamburguesa, la pone él: Alan Jordan, de Irlanda. La parte colombiana, responsable del aroma a café, la pone ella, Victoria Angarita, oriunda de Bogotá. Esta pareja es responsable de la apertura de Full City House, en Chacarita. Un espacio luminoso, pensado como una variante moderna de lo que suele hoy llamarse “restaurante de día” (abre desde el desayuno hasta las 19), una moda inaugurada por Oui Oui y seguida por centenares de competidores. La hamburguesa es bien casera, hecha no sólo a mano sino incluso sin molde, como para que se note la artesanía. Es grande y gruesa, bien condimentada con especias, y llega en versión completa en una ciabatta con lechuga, huevo frito, cebolla y tomate, acompañada de papas fritas. Para quedar pipón pipón, y recuperase luego con un espresso de granos de café tostado en el mismo lugar.
(Jorge Newbery 3663, Chacarita / T. 4556-1789)
Sucre
Para que la hamburguesa gane alcurnia, era necesario que la ofrezca uno de esos restaurantes que apuestan al lujo en su propuesta. Y que el elegido sea Sucre no es un dato menor. Este ya clásico restaurante del bajo Belgrano está en plena ebullición. Hace un par de meses comenzó a ser gerenciado por Gaucho, una exitosa cadena de restaurantes con sede en Inglaterra, dedicados a la carne argentina. Esto garantiza que la carne con la que se hace esta hamburguesa provenga de vacas Aberdeen Angus alimentadas a pasto, de la mejor calidad. Y se nota apenas se muerde. Se prepara con generosos 200 gramos de ojo de bife picado (y una parte de cerdo para dar más sabor), como queso eligen nada menos que provoleta, y lleva papas rotas, ensalada verde y ketchup casero. Todo envuelto en pan hecho en el lugar. A $85, es la más cara de la lista, pero vale cada peso extra.
(Sucre 676, Belgrano / T. 4782-9082)
Doppelgänger
Lugar de culto en San Telmo, Doppel logró fama por su alta coctelería. No es para menos: allí se elaboran algunos de los mejores tragos de la Argentina, tanto en su capítulo dedicado a los clásicos como en la sección donde brillan los vermouths. Con tanta buena bebida, su hamburguesa muchas veces pasa desapercibida. Pero eso es poco menos que un pecado. En la carta aparece como la “100% home made classic burger”, cuesta $56 y tiene la genialidad de mezclar la carne con panceta picada, lo que le suma un sabor intenso. Además lleva mozzarella ahumada, cebolla caramelizada y pickle casero de pepinillos en vinagre. No eclipsa a los tragos, les hace la mejor compañía.
(Av. Juan de Garay 500, San Telmo / T. 4300-0201)
The Food Factory
Con su estética minimal y moderna, con su fantástico pan casero, con sus platos que mezclan sabores intensos con creatividad y con flamante local en el microcentro, The Food Factory ganó el merecido respeto de clientes y gastronómicos. A cargo está Tomas Kalika, chef con paso mediático por ElGourmet.com que decidió independizarse con este proyecto. Y hace una hamburguesa que está para la foto. Es perfecta: panes caseros con sésamo negro y blanco, gruesas rojadas de tomate bien fresco, quedo cheddar gratinado, tiras de panceta crocante, hoja brillante de lechuga, pepinos encurtidos. Sin ser gigante, es contundente. Y sale con unas papas a medio camino entre horneadas y fritas, condimentadas con perejil, ajo y sal, que son una maravilla. Como aderezo viene una salsita de mostaza. No tiene contras. De las mejores. Un delivery necesario en el downtown porteño.
(Talcahuano 437, Microcentro / T. 5272-5070)
Kansas
Y sí, Kansas no puede faltar en la lista. Por algo es el restaurante más exitoso del país, ejemplo máximo del estilo tex mex en la Argentina. De su barra salen cientos de Margaritas y cerveza tirada al por mayor. De la cocina, las famosas ribs de cerdo a la barbacoa, la ensalada Caesar, la Key Lime Pie. Tantas son las opciones que la hamburguesa muchas veces queda deslucida. Pero es muy rica. Como con todos los demás platos, la apuesta va por la abundancia. Sale en pan clásico, con una amplia rodaja de carne (no es de las más gruesas, pero sí de buena circunferencia), incluye todo lo que debe incluir (cheddar, panceta, tomate, lechuga) y va muy bien con salsa barbacoa ahumada. Para acompañar, ensalada y papas fritas o asadas. Cuesta $70 y es ideal si querés aprovechar el happy hour de 17 a 20, que suma tragos económicos, sin que sea necesario hacer cola para entrar.
(Av. Del Libertador 4625, Las Cañitas / T. 4776-4100 y sucursales)
BarBQ
El éxito fulminante de Kansas obviamente llevó a que nazca su competencia, que va desde imitaciones (Tucson) a lugares que buscan su identidad. BarBQ lleva los platos icónicos yanquis a Palermo, en un restaurante simple y poco pretensioso. Con dos años de vida, es buen lugar para ir de mediodía y aprovechar las promos que ofrecen a través de cuponeras y tarjetas (rondan el 30% de descuento). Muchos de los habitués apuestan por las costillas (las hay de cerdo y de vaca) pero también salen decenas de hamburguesas. Hay clásicas de bacon ($45), con hongos portobellos ($47) y, la que más nos gustó, la Onion Rings Cheese Burger, con 200 gramos de carne, queso cheddar, pepinillos y aros de cebolla fritos dentro del propio sándwich. Una hamburguesa muy correcta a un precio de oferta.
(Salvador 5800, Palermo / T. 4779-9124)
WENDY’S: ¿SÍ O NO?
Wendy’s volvió al país tras doce años de ausencia. Un poco de memoria: esta cadena estadounidense llegó originalmente a la Argentina en 1996, abrió 18 locales, perdió varios millones de dólares y en 2000 abandonó el país. En enero de 2012 volvió de la mano de nuevos franquiciantes con un único local en Av. Cabildo 2224. Prometen 50 sucursales en los próximos diez años. Wendy’s buscar ser la versión high quality de McDonald’s o Burger King. Su sándwich emblema es el Baconator, con dos hamburguesas cuadradas y extra porción de queso y panceta, aunque su chili con carne cotiza también alto. Entonces, la gran pregunta: ¿merece estar en este listado? Por un lado, hay que admitirlo: no le llega a los talones a ninguna de las otras hamburguesas mencionadas en la lista. Por el otro, también hay que admitirlo: es bastante mejor que su competencia directa.
Fuente: http://www.planetajoy.com