Cada vez es más común la maternidad post-35. Muchas esperan para que el bebé llegue en el marco de una mayor estabilidad profesional y financiera. Pero a la vez, aumentan los riesgos para la salud. Mamás maduras, ¿sí o no?
A veces, la maternidad no es una elección. Pero, en general, son cada vez más las mujeres que eligen retrasar la llegada de un bebé. Los motivos son tan variados como las ventajas… o las desventajas. Ser una mamá de edad madura tiene el beneficio de que suele encontrarte en una etapa de estabilidad y seguridad económica. Pero la salud y los prejuicios sociales pueden jugarte una mala pasada.
La edad, ¿una contraindicación? El principal riesgo que debes considerar si estás pensando en tener hijos después de los 35, es el aumento en la posibilidad de que el niño padezca alguna alteración cromosómica, siendo el Síndrome de Down la más frecuente. El peligro de sufrir de hipertensión, parto prematuro y diabetes gestacional también se incrementa con el paso de los años, pero son complicaciones que tienen solución y que pueden controlarse a tiempo.
El mejor momento para el bebé. Muchas madres de más de 35 afirman que la maternidad las encontró en el mejor momento de sus vidas. Buscaron la mejor situación en la cual recibir al bebé. No pensaron solamente en ellas –como se suele señalar– sino en el bienestar del niño.
Años de aprendizaje. Vivieron vicariamente la maternidad de sus hermanas, primas y amigas. Acumularon años de consejos, experiencias y obstáculos. Están más preparadas que nunca para poner todo ese aprendizaje en práctica: ¡punto para las mamás grandes!
Menos hijos. Un relevamiento entre parejas del Sur de California, publicado en 2008 en el Journal of Aging Studies, mostró que muchas mujeres hubieran querido tener más niños, pero decidieron evitarlo por su edad.
Más agradecidas. “Los padres mayores son algunas de las personas más agradecidas que conozco”, declaró la fundadora de Motherhoodlater.com, a la revista Parenting. “Desde problemas de fertilidad, hasta complicaciones de salud, seguramente su camino hacia la paternidad no fue fácil”, sostuvo Robin Gorman Newman.
Preocupaciones vitales. El trabajo publicado en el Journal of Aging Studies también delineó las preocupaciones de los padres mayores, centradas sobre todo en la presión que sienten de mantenerse sanos para ver crecer a sus hijos. Algunos lamentan la posibilidad de no estar presentes cuando se casen, o perderse la chance de conocer a sus nietos.
Financieramente seguras. “Con la edad suele llegar la estabilidad financiera”, señala la Dra. Pasquale Patrizio, profesora de obstetricia y ginecología de la Universidad de Yale, al sitio onlide de la revista Parenting. Esto te asegurará de que a tu bebé no le faltará nada durante su crecimiento.
Mamás relajadas. Una ventaja de las madres grandes es que son menos obsesivas y ansiosas que sus colegas más jóvenes. Viven la maternidad de una forma mucho más relajada, tal vez porque introdujeron al bebé en una vida ya armada, en lugar de convertirlo en el foco de esta.
La edad como estigma. Muchas mamás post-35 se sienten marginadas socialmente, porque no logran encajar en el grupo de madres del colegio, tienen miedo de que las confundan con la abuela del niño y de que sus hijos, en la adolescencia, sientan vergüenza de que sus padres sean mayores. ¡Pensá en positivo! Los bebés son los mejores antiage: todos asumirán que sos más joven.
La “mejor madre”. No hay fórmulas para definir cómo es la mejor madre. El amor maternal no sabe de edades ni barreras. Tampoco es fácil establecer el “momento ideal para la maternidad”, sencillamente porque no existe. El mejor momento será el que vos elijas, porque te sentís segura, preparada y lista para recibir a una personita en tu vida.
Fuente: http://ar.mujer.yahoo.com