El orangután Ann fue rescatado en Indonesia por el equipo de veterinarios de una fundación protectora de animales al encontrarle un total de 104 casquillos en sus órganos vitales, los ojos y los oídos.
El simio fue sometido a tres horas de cirugía para eliminar 37 balas de la cabeza y otros 67 del resto del cuerpo. Una serie de radiografías muestran la violencia y crueldad que sufrió el animal durante su vida en cautiverio.
Según un artículo de SWNS, Ann vivía cerca de una planta agrícola productora de aceite en la isla de Borneo y los miembros de la Fundación Orangután estiman los agresores son trabajadores de la empresa que intentaron mantener alejado al orangután de la cosecha.
Aunque quedó ciego de un ojo izquierdo por los repetidos ataques, este animal -cuya especie se encuentra en peligro de extinción– está logrando «una recuperación notable», según informaron los médicos veterinarios.
Ann ya está en condiciones de comer y tomar agua pero debe ser asistida por médicos para que pueda acceder a distintos elementos debido a su ceguera.Según el Dr Zulfigri, líder del tratamiento de rehabilitación, el animal aún tiene casquillos de bala en y alrededor de los ojos. Y además, aseguró que jamás podrá volver a vivir en la naturaleza porque sería un blanco fácil para los cazadores y agricultores que consideran a la especie como una peste.
La situación de los orangutanes en Indonesia es grave ya que,aunque están protegidos por la ley, su hábitat natural está siendo destruido por la tala de árboles y la conversión de bosques en plantaciones agrícolas.
A principios de 2012, cuatro hombres fueron condenados a ocho meses de prisión por disparar y matar a golpes a tres orangutanes en Kalimantan Oriental.
Fuente: http://america.infobae.com