El Gobierno de Dilma Rousseff lanzó la Operación Agata 5 para combatir el narcotráfico y la delincuencia. Sus vecinos miran con recelo el contingente de hombres, que permanecerá en la zona unos 30 días. También hay 30 barcos y escuadrones de cazas F-5
La acción del Ministerio de Defensa tiene el objetivo de fortalecer la presencia de las fuerzas armadas en la región fronteriza para reducir el crimen. Según la propia agencia de noticias de las Fuerzas Armadas, trabajarán a lo largo de la frontera que va desde Río Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná y Mato Grosso do Sul.
El objetivo es combatir los delitos en la frontera, como el contrabando, la malversación y tráfico de drogas. «Buscamos vigilar el espacio aéreo que se utiliza para actividades ilegales como el narcotráfico y el contrabando», aseguró el comandante de brigada José Geraldo Ferreira.
Según detalló, cubren en distintas áreas. «Estamos trabajando en tres frentes: en la acción directa contra el crimen, en el apoyo de otras agencias gubernamentales y el apoyo a las personas que viven en la región con actividades culturales y de salud».
«Es una operación transfronteriza que pretende, sobre todo, la represión de la delincuencia», le dijo a la BBC el ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim.
Días atrás, en una entrevista exclusiva con Infobae América, Amorim rescató las operaciones Ágata: “Los objetivos son varios: narcotráfico, contrabando, minería ilegal en la Amazonía. No es que no vamos a tener participación en casos de narcotráfico si identificamos un delito, pero sería una distorsión poner las FFAA en esa lucha directamente. Pasó en otros países y los resultados no son los mejores”.
Además, afirmó que uno de los ejes principales de la defensa brasileña radica en la disuasión frente a amenazas externas. “No de la región, porque en la región hay cooperación con toda América del Sur. Peropara garantizar la paz y proteger nuestros recursos tenemos que asegurar la disuasión ante posibles amenazas externas. No se puede estar entre las siete grandes economías del mundo y pensar que nadie está interesado en sus recursos: en nuestro caso, la energía, el petróleo, la Amazonía, la biodiversidad, la capacidad de producción de alimentos, todo eso requiere de una disuasión para que no se lo ponga en riesgo”, explicó.
Fuente: http://america.infobae.com