Errores al cocinar que pueden sabotear tus platos

Errores al cocinar que pueden sabotear tus platos

Si tu sazón en la cocina está lejos de parecerse a la de tu abuela, puede que el secreto esté más en la técnica, que en los ingredientes. Conocé los errores al cocinar que pueden sabotear tus platillos.

Si te preguntás por qué suele quemarse tu comida, o por qué no lográs el sabor o la consistencia deseados, la respuesta, más que en la receta, puede estar en la forma en la que preparás los alimentos. Seguí leyendo y descubrí los errores más comunes que se cometen en la cocina, por qué estos pueden boicotear tus platillos y cómo evadirlos.

Cocer la pasta en una cacerola pequeña.Al añadir pasta a una poca cantidad de agua, ésta tarda más en volver a ebullición, lo que genera que tus espaguetis queden pegajosos. ¿La solución? Recurrí a una olla grande, a la que podás agregar suficiente agua. ¡Ah! y para lograr un sabor excepcional, no le pongás aceite después de cocerla, pues evita que la salsa se adhiera a la pasta, y le roba sabor.

No probar lo que se está cocinando. No hay peor decepción que esmerarnos en un platillo, para descubrir en la mesa que no tiene el sabor esperado. Para que tu labor valga la pena, es importante que probés los alimentos en sus diferentes etapas de preparación, pues es la única forma de saber si le falta sal o algún otro condimento. Aunque estés siguiendo una receta, probá y si no te convence ¡cambiálo!

Apurar y remover el arroz. Para ser tan común, el arroz puede resultar un platillo desafiante. Que éste se apelmace o se queme por debajo, es el resultado de errores muy fáciles de corregir. La revista Cooking Light (cookinglight.com), señala que una arrocera es la mejor herramienta para prepararlo, pero si no se cuenta con ella, el secreto es no remover el arroz mientras se está cociendo. Por su parte, Bon Appétit (bonappetit.com), portal especializado en cocina, señala que la cantidad adecuada de agua es la clave, y sugiere añadir 1 taza de agua por ½ taza de arroz, así como, dejarlo cocer a fuego lento.

Atiborrar el sartén. Cuando tenemos mucha prisa tendemos a llenar una sartén con la carne o pollo que queremos preparar, lo cual hace que la comida no tenga espacio para soltar jugos y que el vapor no pueda salir. ¿El resultado? Comida seca, dura e insípida. ¿La solución? Si tienes poco tiempo, recurre a dos sartenes, pero dejá a cada pieza el espacio suficiente para cocinarse y tomar el sabor que buscas.

Usar el cuchillo equivocado. Si no sabemos qué cuchillo es adecuado para cortar determinado alimento, y lo hacemos con el primero que tenemos a la mano, la comida puede deshacerse, romperse o perder consistencia. Real Simple (realsimple.com), portal especializado en temas del hogar, menciona que el cuchillo de chef, que es el más grande, es idóneo para picar, rebanar o filetear. El cuchillo más pequeño y delgado es mejor para pelar, mientras que el cuchillo de sierra hay que dejarlo para el pan. Tip: Asegurate que tu tabla para cortar tenga un tamaño generoso, que te permita maniobrar. Te ahorrará tiempo y esfuerzo.

No calentar el sartén. Colocar alimentos en una sartén fría, es la mejor receta… ¡para que se peguen! Esto provoca que pierdan su integridad. La solución no es poner a calentar la sartén con todo y aceite, pues corrés el riesgo de que se queme y sea poco favorable para tu salud. ¿Le estrategia correcta? Calentá la sartén por uno o dos minutos, añadí el aceite y después de un instante, tus alimentos.

Equivocarte con la intensidad de la flama. Aprender qué alimentos deben cocinarse a fuego lento y cuáles llevar a ebullición, puede hacer la gran diferencia en tus platillos. De acuerdo con Cooking Light, el fuego lento es ideal para los platillos en los que es esencial mantener la humedad, como cuando guisamos carne o pollo con salsa, o cocemos tubérculos como las papas. Una llama alta es preferible para generar una rápida ebullición de alimentos como los vegetales verdes, lo que ayuda a que conserven su color y textura. Del mismo modo, una carne asada, requiere una explosión inicial de calor, para que quede jugosa por dentro.

Voltear constantemente la carne. Si te preguntás por qué la carne o pollo que cocinás a la plancha no tiene la consistencia adecuada, analizá cuántas veces les das vuelta en el sartén. Voltearlos regularmente puede provocar que se peguen, que no se doren o que se ablanden demasiado. Es mejor darle a los alimentos su tiempo para que se cocinen. ¿Cuándo es momento de voltearlos? Cuando al levantar un poco la pieza, ésta demuestre no estar adherida al sartén.

Los ingredientes no están listos antes de cocinar. Por más que lo analizás, no te explicás en qué momento se quemó el ajo que añadiste a la cacerola, o se te cocieron de más los vegetales. La respuesta puede ser tu búsqueda por adelantar la receta. Suele suceder que mientras se cuece o dora algo, nos ponemos a picar el siguiente ingrediente, lo que puede generarnos distracción. Lo mejor es tener todos los ingredientes en su modalidad requerida, antes de empezar a preparar el platillo.

No observar el color de tu panqué. Si cuando horneás un panqué suele quedarte pálido o con textura chiclosa, a pesar de seguir la instrucciones de la receta al pie de la letra, o de pasar la afamada prueba del palillo (que éste sale limpio tras introducirlo al panqué), puede que te haga falta observar su color. Por más que todo indique que está listo, si luce descolorido, dejalo unos minutos más, especialmente si sospechas que tu horno no es preciso. Identificar los puntos de mayor y menor calor en tu horno, también puede ayudar. Sólo introducí una bandeja de panes para sándwich y el nivel de tostado de los mismo te dará la respuesta.

Fuente: http://ar.mujer.yahoo.com/

Te puede interesar >>>

Video espeluznante: maestra encierra a alumno de jardín

Video espeluznante: maestra encierra a alumno de jardín

La maestra de un jardín del barrio Batalla del Pilar, en la localidad mendocina de …